miércoles, 31 de diciembre de 2008

la mariposa

Por primera vez en una gran cantidad de años decidi ponerme a escribir. Creo que es la primera vez en los años que lo habia decidido, que siento que tengo algo que decir, y eso se debe a que descubri lo hermoso que es lo cotidiano, y la magia que puede haber en las cosas que la gente considera comunes. La magia se encuentra en el semaforo que cambia su luz para que te detengas a ver las estrellas un segundo, o para la pelicula de tres pesos que termina enseñenadote mas de ti mismo que lo que logra hacerte comprar cosas mediante sus subliminales mensajes de consumismo. El diario de lo cotidiano pretende enseñarme que todos los dias mis sueños estan latentes, y por mas lejos que aparenten postrarse, simplemente es cuestion de voltear y ver que el agape esta tocando tu espalda cuando menos te das cuenta

Decido empezar el 31 de diciembre, por lo cabalistico de la fecha, y lo magico del suceso del dia de hoy. Hoy comprobe que el destino si existe, y que las señales que este nos da, se presentan en lugares y situaciones increibles. Fui al cine buscando respuestas, y las respuestas me encontraron afuera. Entre a ver cualquier pelicula que se me puso enfrente, realmente con la simple intencion de ver la vida de alguien mas un momento y lograrme desligar de la mia. Pienso que a veces es necesario observar lo que necesitas aprender en la vida de los demas para que probablemente te des cuenta que podrias estar viviendo lo mismo. Este no fue el caso, la pelicula que vi, lejos de ser una obra de arte, era un comercial de televisa de una duracion practicamente infinita. Los minutos se volvieron eternos, mientras intentaba ser quisquilloso en cuanto a los detalles tecnicos se referia. Es increible que una pelicula tan mala tenga tanta limpieza en su realizacion. Termino la pelicula, y fui el primero en pararme de la sala; con una sonrisa en la cara, me dispuse a caminar hacia la puerta de salida. Una chica se me quedo viendo y me sonrio. Tenia no mas de 15 años de edad, pero la forma en que me miraba, me hacia imaginar el motivo: me habia reconocido. Eran las 6 de la tarde, y las primeras estrellas ya se estaban dejando ver en el cielo, logrando en mi tarde, un tinte dramatico que termino por volver a traer mis emociones al aqui y al ahora. Era momento de tomar una decision, que ahora entiendo que nunca debio haber pasado por mi cabeza, sin embargo, en ese momento era la astilla que se encontraba clavada justo en medio de mi corazon.
Al haber tomado la decision, me puse de pie y me dispue a buscar un taxi para regresar a mi casa. Caminando, yendo hacia algun lugar, pero llegando a ninguna parte, creando un abismo entre lo que quiero y lo que creia que era lo mejor. Me detuve a ver la ultima luna del año por ultima vez. La luna se mostraba nostalgica cuando la veia, queria decirme algo, pero no queria escucharla, o simplemente no hablabamos el mismo idioma en ese momento. Una mano rozo mi hombro. Cuando voltee, para mi sorpresa, la misma niña que me sonrio dentro de la sala del cine, con las mejillas ruborizadas y titubeando me dijo: oye, ¿eres Rodrigo el de high school musical?, a lo que le respondi que si, y rei un poco, con el objetivo de calmar su nerviosismo. Sus ojos se comenzaron a iluminar y de manera impulsiva, me dio el abrazo mas tierno que he recibido desde hace mucho tiempo. Note como las lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos, mientras me decia: ¡No lo puedo creer, no lo puedo creer!, yo solo la abrace, aunque logro que mis ojos se innundaran de la misma manera.
Comenzo a hacerme varias preguntas acerca del programa, a las que respondi sin mayor incomodidad. Despues de unos minutos, la niña se habia quedado sin preguntas. Para romper el silencio, pregunte su nombre, a lo que me respondio: me llamo Ana. Me causo mucha curiosidad el nombre, pues me trajo a la cabeza a la persona que me estaba causando tanta telaraña mental aquella tarde, a quien le pertenece el mismo nombre, sin embargo, no le di mucha importancia.
La creatividad de la niña volvio a bombardearme con una serie de preguntas, pero esta vez se decidio a hablar de ella. Se, aparte de su nombre que es de Poza Rica Veracruz, que tiene 14 años, y que su padre le habia regalado un dije de mariposa dos años antes de morir, que su hermana le dice "lentejuela", por lenta, y que tiene una amiga que se llama Abril, quien segun ella, se moriria al saber que me conocio.
Mientras me contaba acerca de su vida, me sente en la orilla de la banqueta, y volvi a mirar a la nostalgica luna, quien parecia rechazar mi mirada.
La niña se me quedo viendo fijamente durante un par de minutos tal vez sin decir nada, hasta que me dijo: ¿estas triste, verdad? Me quede callado, realmente no queria contestar, tal vez por pena, o tal vez porque la niña se veia tan feliz en ese momento que no queria arruinarle el momento. No cabe duda que el destino te sorprende, en lugares que no te imaginas, con gente que no conoces, y con palabras envenenadas de tal dulzura, que se tatuan en tu corazon.
La niña saco su celular y quito la tapa de la bateria, no quise poner mucha atencion a lo que estaba haciendo.
Una niña de 14 años me dio la leccion de mi vida, o simplemente estaba en el lugar exacto, a la hora exacta, y dijo las palabras adecuadas para romper mi muro. Me dijo: No se lo que te tiene triste, pero piensa muy bien lo que haces, tal vez vale mas la pena de lo que crees. Sus palabras capturaron mi atencion de una manera descomunal. Me le quede viendo a sus ojos marron, que parecian iluminarse. De pronto saco de la manga una sonrisita que termino por fulminar el momento de agape. En su mano colgaba un dije para celular con forma de mariposa. Me dijo, abre la mano. Yo destence mi puño izquierdo y lo extendi enfrente de ella. Nunca pense con franqueza que me fuera a dar algo, sin embargo puso el dije en mis manos y me cerro el puño diciendome con una inocencia que perforaba mis miedos: toma, para que nunca te olvides de este momento. La persona a la que me recordo, tiene un tatuaje de mariposa.
Me quede completamente sin palabras...¿y quien las necesita?
Una niña de 14 años cambio el rumbo de mi vida al menos durante un instante, algo que siempre le voy a agradecer profundamente.
No cabe duda que el destino es mas sabio que nosotros, y el camino que estamos siguiendo simplemente es el trazado para nuestro mejor beneficio. Esa pequeña niña, me inspiro a escribir, porque mis dias estan llenos de momentos que no deberian pasar de largo, como este. Gracias por el momento que me regalaste, gracias a ti, he decido volverme coleccionista de momentos.